viernes, 26 de septiembre de 2008

Hipnótico

Bajo el influjo maquiavélico del hipnótico, una benziodiazepina enfocada al sueño, mi córtex cerebral se ve masturbado por una explosión de imágenes galimáticas, las cuales sin ton ni son van pasando como el film de una película surrealista, al puro estilo Buñuel, no entiendo muchas cosas, tengo el coeficiente mental de un mono en celo, pero si comprendo que el mundo es un gran absurdo, un pozo sin fondo y a la vez el paraíso, todo en uno, las dos caras de la verdad absoluta.

Hoy estoy cansado, terriblemente cansado de músicas, de voces, de bailes, del viento, la luz , el sol…. Creo que es por la falta de amor, cuando follas toda tu vida se ve absorbida por unos segundos por ese agujero negro que llamamos vagina, que a modo de purgante, elimina lo antiguo y te da paso a lo nuevo, claro está, pequeños pasos. Así poco a poco el hombre llegó a la Luna, eso pocos lo dudan, pero lo más difícil es conocerse a uno mismo….

La calle está vacía, las farolas relampaguean y no escucho apenas nada por culpa de la capucha que llevo, llueve mucho y está pegada a mi pelo, me cae agua por todos lados, por la nariz, boca, bigote, perilla, cigarro…. Tengo el aspecto de un vagabundo meditabundo, de un descarriado de este mundo científico, social, virtualizado, alienado por la televisión y el Internet….
La luna riela todo lo que las nubes le permiten, a estas horas de la madrugada no hay secretos, hay que ser franco con uno mismo, yo me insulto, me llamo inmaduro, fracasado, gilipollas, picha floja, perturbado insomne con cara de rata…. A veces hay que ser duro, no hay que ser misericordioso con las mentiras, ni tampoco suavizarlas….

Un coche pasa, pita, para y me monto, sin saber siquiera por qué, la acción es irracional, el ser humano es tonto por naturaleza, miro al conductor, lleva un sombrero y me pide que no me ponga el cinturón de seguridad, le obedezco, dice que se llama de alguna manera extraña, acelera el coche hasta ponerlo a 190 Km./hora por el puente de al lado de mi casa, en ese momento mira hacía atrás y lo reconozco, soy yo mismo, dividido, a mi me toca la parte racional, ímbecil, a él la animal, la suicida.....
antes de dar el volantazo final, que nos hunda en el fondo del río, me mira, sonríe y dice:

-colega esto no es nada personal, es solo por aburrimiento, siempre quise tener un pájaro metálico, como el de los hermanos Wright…..

¡Plas! después de un pequeño vértigo estomacal todo es negro y seguro.

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