lunes, 10 de marzo de 2025

Esa noche

Soplamos sobre el horizonte

Y el sol se encendió 

Simulando un fósforo,

Colocando un nimbo rosado sobre el acné 

Rocoso

Que dirige las lenguas del río.


Al fondo

Escondido como el maullido de un gato.


Conversábamos de cualquier artefacto 

De los adoquines

Del caucho 

O de la canción que cerraba tal o cual película 

Hablábamos sobre los sonidos

Que producía la rueda dentada

De ese mechero antiguo de latón.


La piedra emitía chasquidos e intentaba insuflarle el hálito de Prometeo,

La promesa de sonrojar la punta del cigarro.


Eso mismo trataba de hacer yo

Pasando mi chaqueta gastada 

Girándola como la capa de un torero

Sobre tus hombros,

El tejido sujeto por guiñapos de azul blanquecino,

Parecía sentarte como un guante,

En realidad, cualquier cosa te sentaba como un guante

Fuese lo que fuese

Un gorila

Un revólver 

Súbditos

Castañuelas

Gafas Quevedo 

Carteles de neón 

Guirnaldas...

Una foca palmera gitana


Porque nunca deberías olvidar esto:

Fuiste la única 

Que sopla amaneceres

Y por encima de eso

Por encima de este esférico y trémulo 

Globo

Que podía hacerme sonreír 

La única que luce como un retrato al óleo 

En el museo del prado, en el puto DNI.




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